Sus pasatiempos favoritos eran montar a caballo y atormentar al muchacho que trabajaba en la granja. Ella nunca lo llamaba por su nombre. Nada proporcionaba tanto placer a la princesa como dar órdenes al chico a todas horas. "Como desees" es lo que siempre contestaba él. Un día descubrió con asombro que cuando él decía "como desees" en realidad significaba "te amo".
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